Apenas aterrizamos nos recibió nuestro simpatiquísimo amigo Elio y, previo paso por el hotel, fuimos con Dany y Lu a Puerto Madryn a conocer las ballenas, que aunque estuvieron un poco tímidas, pudimos disfrutarlas.
El sábado y el domingo las clases se colmaron de gente linda con muchas ganas de aprender y bailar. Gracias a ellos por escucharnos... y gracias a Daniel, Luciana, Tomás y Adriana por haber organizado todo tan bien y por la atención que nos brindaron.
Como broche de oro: corderito patagónico (fetén, fetén!!!)
